COMISIÓN DE CIUDADANOS POR LOS DERECHOS HUMANOS
Las injusticias y el abuso psiquiátrico aterrorizan y destruyen vidas cada día. A pesar de las graves advertencias de que los fármacos psicotrópicos pueden causar comportamiento violento y suicida, los psiquiatras se los han recetado a más de 20 millones de niños alrededor del mundo.
Y cada mes, estas drogas matan a miles de personas.
La Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos (CCDH) establecida por la Iglesia de Scientology en 1969, está dedicada a erradicar la brutalidad y el abuso psiquiátrico.
Las subvenciones de la IAS patrocinan los programas educativos, publicaciones y documentales de CCDH que provocan indignación y medidas para hacer leyes para que dejen de existir los abusos de esta industria de la muerte.
Hoy en día, cerca de 200 millones de personas en todo el mundo toman fármacos psicotrópicos, y decenas de millones de ellas son niños. Y no es de extrañar, con más de 5 mil millones de dólares gastados al año en publicidad de fármacos recetados solo en los EE. UU.
Más de un cuarto de millón de personas mueren cada año a manos de los psiquiatras. Y en este preciso momento, cada año hay cientos de miles de personas encarceladas en las instituciones psiquiátricas contra su voluntad.
Basándose en sus décadas de investigación sobre la mente, el espíritu y la vida, L. Ronald Hubbard describió la psiquiatría como la “única causa de la decadencia en este universo”. Erradicar el abuso en el campo de la salud mental es la responsabilidad de cada scientologist, como se indica claramente en el Código de un Scientologist. Nosotros prometemos, “producir una atmósfera de protección y seguridad en el campo de la salud mental, erradicando sus abusos y brutalidad”.
La batalla de poner fin a las extendidas prácticas abusivas de la supresión psiquiátrica no es solo una lucha para salvar a unas cuantas almas desesperadas, es verdaderamente una cuestión de vida o muerte para la civilización del siglo XXI.
En respuesta al legado brutal de la psiquiatría, la IAS ha apoyado durante mucho tiempo a la Comisión de Ciudadanos por los Derechos Humanos en su campaña global diseñada para poner fin permanentemente al abuso psiquiátrico.
La campaña se centra en el documental de La Psiquiatría: Una Industria de la Muerte. Esta película de dos horas es la historia visual más completa de la psiquiatría que se haya producido jamás. Y forma la pieza central del Museo de La Psiquiatría: Una Industria de la Muerte localizado en la sede de CCDH Internacional en Los Ángeles, California. Cientos de miles de personas han visitado el museo, incluyendo enfermeras, médicos, y defensores de los derechos civiles. Decenas de colegios incluyen el Museo la Industria de la Muerte en su plan de estudios oficial y se les acredita a los estudiantes.
Para exponer la verdad de estos abusos en todas partes, el documental también se usa en las exposiciones multimedia que viajan de ciudad en ciudad, todo calculado para coincidir con conferencias y convenciones psiquiátricas.
La IAS patrocina entonces envíos por correo de carpetas de información que contienen La Psiquiatría: Una Industria de la Muerte, así como el arsenal de documentales de CCDH, cada uno de los cuales expone una faceta de la criminalidad psiquiátrica. Estos se envían a médicos, abogados de daños personales, asociaciones de padres y profesores, fiscales, legisladores y quienquiera que esté en posición de llevar a la psiquiatría ante la ley.
Hasta la fecha, CCDH ha llevado a cabo la promulgación de más de 150 leyes que protegen a los ciudadanos del abuso psiquiátrico. CCDH trabaja incansablemente en 200 filiales en 34 países, para que llegue el día en que el abuso psiquiátrico sea legislado y procesado para que deje de existir para siempre.
El conocimiento que una sola de mis estudiantes adquirió después de ir al Museo de CCDH salvó la vida de su hijo. ¿Cuantas madres no tienen esa oportunidad de pedir consejo porque la mayoría de las madres creen en la gente con título de doctor en su bata blanca? Ellas no saben lo suficiente, pero ahora tienen una forma de saber.
El documental Error Fatal ha provocado esta pasión de decirle a todos lo que está pasando. Estoy ahí fuera, difundiendo el mensaje. Gracias al apoyo de la IAS, tengo a mi hijo y tengo a mi familia. Continúen con su apoyo. Están salvando vidas. No hay nada que pudiera ser mejor.
He estado en drogas psiquiátricas durante 30 años las cuales me han causado muchos efectos secundarios y mala salud. He estado tratando de descubrir una forma de ser libre de la medicación psicotrópica durante más de una década. Mi camino finalmente me condujo a CCDH. He estado sin medicación psiquiátrica por casi 6 meses. Estoy eternamente agradecido a CCDH y siempre seré un miembro activo. Gracias por cambiar mi vida.
Estamos en un punto muy peligroso en nuestra sociedad cuando a los psiquiatras se les permite obligar a los niños a tomar drogas dañinas, peligrosas y letales. Recibí una llamada a media noche sobre el traslado ilegal de una niña. Esta era una droga que la madre tenía el derecho de no dársela a su hija. La estaba matando. Recibí llamadas de todas partes. Pero entonces recibí una llamada de ayuda real: CCDH. Tuvimos hechos, estadísticas, fui instruido sobre los fármacos para saber que son los efectos secundarios. Y CCDH no solo dejó ahí la información, estuvo ahí. Porque tú no vas al tribunal y simplemente empiezas a discutir. Necesitas herramientas, información, necesitas expertos y CCDH las reforzó realmente. Nos apoyaban. No van a meterse con nosotros. Se lo diremos a CCDH ¡y CCDH viene al rescate!
El kit me ayudó personalmente... yo había sufrido más de cinco años de tratamiento, incluyendo varios diagnósticos distintos. Cuando un psicólogo me contó acerca del documental, me interesé porque podría ser una forma de deshacerse de tanta medicación. Había tenido suficiente… Hoy soy una persona normal, con altibajos, pero puedo hacerlo todo sin ninguna medicación.
Tomamos un caso de una madre que había sido considerada no apta por una psiquiatra y por eso le quitaron a sus dos hijas. Junto con CCDH, utilizamos los periódicos y la TV, para hablar sobre este caso concreto. Y al final, la madre, como demostraron los hechos y obviamente con nuestra ayuda, era una madre y sobre todo, una persona. Hoy, durante los últimos 3 o 4 años, las hijas han estado con su madre. CCDH me ha dado la posibilidad de dar voz a quienes no la tienen.
Desearía haber conocido esto hace muchos años. Esta película podría haberme ahorrado 35 años de pesar que personalmente he tenido al tratar de encontrar la verdad poco a poco, trozo a trozo. También podría ahorrarte años de dolor personal a ti mismo o a un ser querido.
Cuando visité el Museo La Industria de la Muerte, salí enojada y sobresaltada por lo que había visto. Fue desgarrador. Me quedé muy sorprendida de que hubiera un museo que quisiera mostrar eso a la gente.